El otoño pasado, un intrépido grupo de alumnos de octavo grado trabajó en la construcción de un aula al aire libre en el Sendero de la Naturaleza. En diez sesiones extraescolares, despejaron la zona y diseñaron una configuración de aula versátil, y luego impermeabilizaron, transportaron y cavaron agujeros para veinticinco tocones sentados. Fue una cantidad increíble de trabajo y los resultados son asombrosos.