Annika R., alumna de la escuela superior, es ahora una inventora con patente en trámite.
Annika tiene actualmente solicitudes de patente pendientes para dos productos: una banda elástica/pulsera y unas uñas adhesivas. Ambas piezas de tecnología portátil contienen un chip que envía la ubicación del usuario a su contacto de emergencia una vez activado en caso de emergencia. Al ser relativamente discretos y depender de la tecnología GPS, estos dispositivos son más fiables y discretos que un simple teléfono móvil. Además, ambos productos son biodegradables, ecológicos y asequibles para el consumidor medio.
"Tuve la idea de mi invento en la escuela secundaria después de tropezar con un artículo sobre Ariel Castro, un hombre que había secuestrado a tres niñas y las había mantenido cautivas en su sótano durante más de una década", dijo Annika. "Esta historia me asustó mucho y me hizo sentir impotente. Supe que quería hacer algo para ayudar a proteger a las niñas y a las mujeres para que nunca tuviéramos que sentirnos inseguras fuera de casa. Acudí a la Dra. G con mi idea y me animó a cursar Ciencias Aplicadas. A lo largo del año, he trabajado en el perfeccionamiento, el diseño y la construcción de mi producto. Con la ayuda de la Dra. G y de Peter Marx, antiguo director financiero de Los Ángeles, hice un prototipo que funciona con una Raspberry Pi y tecnología GPS".
Hace unas semanas, Annika presentó una patente provisional para su tecnología, lo que fue un momento muy emocionante. Su próximo paso será pasar por un proceso de reducción de costes y de tamaño con el prototipo actual. También hará una presentación en la Feria de la Ciencia de Los Ángeles durante las vacaciones de primavera, en marzo.
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